lunes, 14 de marzo de 2033

Los beneficios de tocar el violín

 
El rol de la música quizás sea más importante de lo que parece a simple vista. Aprender a tocar el violín mejora las habilidades relacionadas al lenguaje, el habla, la memoria y la atención.
A dichas conclusiones llegaron una serie de estudios analizados en conjunto por la Universidad de Northwestern (Estados Unidos). Las conclusiones fueron publicadas en la revista Nature Reviews Neuroscience.

Nina Kraus, la autora principal, explicó que en los últimos años hubo un gran aumento en el número de investigaciones que revisaron la relación entre la música y el sistema nervioso. Los resultados de estos estudios deberían tener "una fuerte incidencia en la educación", sostuvo.

Algunos de los trabajos realizados encontraron que los músicos son más hábiles para aprender los sonidos de un nuevo idioma. A su vez, los niños que tocan algún instrumento tienen un mejor vocabulario, leen mejor y muestran una mayor activación neuronal frente a los cambios de tono en el lenguaje oral.

LA NEUROPLASTICIDAD

Gran parte de los estudios realizados se centraron en la neuroplasticidad, que es la capacidad del cerebro para modificar las conexiones entre las neuronas con el objetivo de adaptarse a los cambios o a nuevas situaciones. Esta plasticidad es el resultado de la educación o de la experiencia que una persona tiene a lo largo de su vida.

Kraus dijo que estudiar música parece generar nuevas conexiones cerebrales que permiten grandes logros en el área de la comunicación. A su vez, las investigaciones sugieren que este buen hábito facilita la creación de patrones muy importante para el aprendizaje.

La autora explicó que el cerebro no puede procesar toda la información sensorial que llega, por lo cual selecciona lo que considera más importante. Tocar un instrumento ayuda a que las neuronas puedan elegir más eficientemente qué es más relevante dentro una amplia gama de estímulos.

"El cerebro de un músico selecciona los elementos con información vital de un sonido. En una hermosa interrelación entre procesos sensoriales y cognitivos, el sistema nervioso hace asociaciones entre sonidos complejos y qué significan", detalló. Este entrenamiento es ideal para tocar una canción pero también para muchos aspectos de la comunicación.

Kraus concluyó que se debería fomentar la educación musical en los colegios e investigar más a fondo los efectos que tiene este entrenamiento en el aprendizaje, la memoria, la atención y las habilidades literarias.


domingo, 13 de marzo de 2033

¿Es posible aprender a tocar el violín de adulto?


A lo largo de la historia de la enseñanza musical,se ha ido desarrollando y difundiendo la idea de que cuanto más joven es el estudiante de violín,más rápido "dominará" el instrumento.
En países donde la cultura musical induce a los padres a poner en manos de su pequeño de tres o cuatro años un pequeño violinicito,es común que estos niñitos,cuando llegan a los 15 o 18 años,sorprendan a los turistas latinoamericanos que pasean por las calles de Praga,Viena,París o Roma.
Esta cultura europea,heredada o transmitida por generaciones de inmigrantes ,nos ha llevado a reproducir esa idea o concepto de que sólo es viable aprender un instrumento musical si se hace a muy temprana edad.
Sigue conviviendo entre nosotros dicha idea a pesar de que la edad promedio de comienzo en el estudio del violín al menos por estas latitudes sea de 20 años.
Si tenemos en cuenta la cantidad de personas de más de treinta años,otros que superan los cuarenta sin considerar los que sobrepasan ampliamente los cincuenta,de distintas profesiones o actividades (siendo muchos de ellos profesionales universitarios)que postergando por años su curiosidad y hasta sueño frustrado de tocar el violín,comienzan a estudiar y en un mediano plazo están tocando Mozart,Händel,Beethoven y haciendo dúos con otros colegas,disfrutando de la música y el mundo del violín,podemos deducir que es absolutamente posible tocar y hacerlo a buen nivel en pocos años aunque el inicio sea "tardío".
La música clásica y el aprendizaje de algunos instrumentos como el violín son "sobrerespetados" de tal manera que los aficionados muchas veces por falta de una buena orientación en su aprendizaje comienzan a creer que no podrán hacerlo bien.
Sería tonto negar que el violín es un instrumento que por su impostación implica una postura un tanto antinatural generando en el inconsciente colectivo la idea que es muy difícil.
Conozco decenas de casos de aficionados o colegas que comenzaron su aprendizaje tardíamente (algunos de ellos "muy tardíamente"),logrando gracias a su espíritu y buenos maestros ,logros increíbles.

sábado, 12 de marzo de 2033

¿Se puede aprender a tocar el violín solo?


En Internet puedes encontrar información, pero no el aprendizaje que te proporcionaría un profesor.
Ten en cuenta que tocar el violín requiere ciertas cuestiones físicas, como la posición de las manos, el movimiento del arco, la pulsación, el fraseo... y un sinfín de cosas más que aunque lo veas en Internet nunca será igual que una persona entendida (profesor) lo vea en directo y te corrija los defectos (Internet no te corrige los defectos de ejecución, como por ejemplo, desafinar una nota por colocar un dedo indebidamente)
Si estudias por tu cuenta, lo más probable es que adquieras malos hábitos de ejecución, que luego son imposibles de corregir, de ahí el tener un profesor que te corrija en directo esos posibles defectos desde el primer momento.

viernes, 11 de marzo de 2033

Ventajas y desventajas del sistema colectivo de enseñanza del violín

Tradicionalemente,el violín se ha enseñado bajo la modalidad de la clase individual en donde el alumno recibe a lo largo de sesenta minutos o de cuarenta y cinco en la mayoría de los conservatorios,su clase en la cual el profesor se ocupa de cada aspecto del aprendizaje:lo técnico,el repertorio más adecuado para el momento del alumno,los problemas de comprensión,asimilación y hasta emocionales del alumno.
Es en este marco que surge la idea del "discípulo"en donde quien aprende va recibiendo no sólo las pautas técnicas sino todo lo que implica dicha asimilación pasando por el descubrimiento del autoconocimiento a través de la experiencia musical.
En el siglo XX,surgieron algunas modalidades de enseñanza del violín en donde se prioriza por lo colectivo,recibiendo el alumno su clase junto a diez o veinte compañeros.
Esta filosofía se respalda en la idea de que el estudiante-niño ,va desarrollando en la práctica colectiva la técnica del movimiento violinístico en base a la imitación y a sentirse parte de un conglomerado de jovenes estudiantes logrando confianza,desinhibición y cierto desarrollo motriz coordinado.
La desventaja del sistema grupal constituye el hecho de que el estudiante no desarrolla en dicho ámbito la habilidad técnica necesaria para mejorar la sonoridad,afinación,y musicalidad.
Al priorizarse por el trabajo grupal,se cultiva el aspecto del sentido de grupo,la autoconfianza y las ganas de hacer música pero el estudiante se enfrenta tempranamente a un techo que le impide pasar a etapas de calidad de desarrollo violinístico.

jueves, 10 de marzo de 2033

¿Marcas en el violín?....


No se recomienda hacer esto. Lo que sucede al usar esas marcas es que el oido no se desarrollara y sera muy dificil que logres tocar las notas de las posiciones mas altas con precisión. Existe una técnica especifica para aprender la ubicación de las notas sin necesidad de dividir el diapasón con cintas adhesivas. Poco a poco el cerebro desarrollara la memoria muscular y auditiva que permitirá afinar con mucha exactitud. Si aprendes la posición de los dedos de forma mecánica, con algo que no existe en la forma del instrumento, dejarías de lado la afinación. El violín (y todos los instrumentos) debe tocarse al tacto. Son los dedos y el oído quienes tienen que indicarte si emites bien la nota o notas que correspondan.
El hacer marcas te llevará a adquirir al menos dos vicios nefastos: no educarás el oído ni el tacto y además tu digitación será esclava de la vista, de tal modo que luego no serás capaz de tocar sin apartar la vista del mástil y los dedos (aunque luego hayas quitado las marcas)
Con las explicaciones adecuadas se logra que la posición natural de los dedos de la mano izqueirda se adapten fácilmente al lugar correspondiente a cada nota
Por supuesto que hay que practicar, pero si comienzas con "muletas" nunca llegarás a dominar el instrumento.

miércoles, 9 de marzo de 2033

El violín en el folclore


La introducción hacia fines del siglo XVI e inicios del XVII del violín en el ámbito del Cono Sur se debe principalmente a los frailes jesuitas y franciscanos, muchos de ellos nacidos italianos como Domenico Zipoli, cuyo nombre lleva una famosa escuela de música cordobesa.
Los jesuitas introdujeron la enseñanza musical en las reducciones creadas en territorios que hoy pertenecen a la Argentina, Paraguay, Bolivia y el sur de Brasil, en una región poblada en los citados siglos por indígenas entre los cuales preponderaba la cultura guaraní. La mayor parte de esas pequeñas ciudades fue destruida con la expulsión de los jesuitas, en 1767 en la colonia española, precedida por una decisión del reino de Portugal. Las misiones jesuíticas de Bolivia son las únicas que se salvaron de la destrucción que sobrevino a la expulsión de los religiosos. Se trata de siete ciudades en la región conocida como Chiquitania donde anualmente se realiza un festival de música barroca.
En Brasil, el violín artesanal conocido por el nombre de "rabeca" fue introducido también por los religiosos, especialmente en la zona de las misiones jesuíticas, pero su utilización en la música se desarrolló más intensamente durante la breve presencia colonizadora del holandés Mauricio de Nassau, en Recife, entre 1637 y 1643. Otro importante estímulo representó la instalación de la Corte portuguesa en Río de Janeiro en 1807.
Actualmente, la utilización de la rabeca como instrumento melódico es común en la música de la región nordeste y también en el norte amazónico. En la ciudad amazónica de Bragança, en el estado de Pará, la tradición de la rabeca recibió un notable impulso por parte del poder público que ayudó a instalar una escuela para la enseñanza del instrumento, basada en el conocimiento y la técnica de los maestros locales.
Dentro de los folclores sudamericanos el violín es particularmente relevante en el folclore de Argentina y en zonas aledañas, donde fue utilizado en la música religiosa, aunque rápidamente las poblaciones criollas y autóctonas supieron utilizarlo para músicas profanas. Así es que en gran parte del norte argentino y el sur de Bolivia, el violín (e incluso una variante más rústica que ha mantenido el arcaico nombre de rebab) es uno de los instrumentos musicales principales, tras la guitarra y el bombo. Con el violín se suelen acompañar los gatos, chacareras, las cuecas bolivianas y en menor medida chamamés, zambas y polcas criollas.
Música de origen folclórico, el tango cuenta con el violín como uno de sus principales instrumentos. El violín de tango suele ser el mismo que el violín de concierto para la llamada música clásica, en cambio los violines de las otras músicas mencionadas anteriormente suelen ser violines "criollos", de formas muy semejantes al violín clásico, aunque la gran diferencia se encuentra en las maderas con que están confeccionados (algarrobo criollo y mistol o chañar por ejemplo); en gran parte de Argentina (especialmente en el NOA) a los músicos especializados en tocar el violín no se les dice violinistas sino violinistas o violistos, en el noreste es frecuente el término violinero (que sin embargo suele aplicarse más al "luthier"). Las etnias de ascendencia directamente aborigen también suelen confeccionar interesantes tipos de "violines", por ejemplo entre los qom'lek (o tobas) son característicos los "violines" fabricados a partir de una lata cuadrangular de aceite comestible a la cual se le aplica un mango de leño, las cuerdas suelen ser realizadas con tripa aunque más modernamente se realizan con los cables de metal que se obtienen de los sistemas de frenos de bicicletas; teniendo tales violines una entonación llamada m'biké, tal entonación, se considera, es similar a la que poseían los violines europeos en el siglo XVI.
En Venezuela se utiliza principalmente en la región de Los Andes para ejecutar bambucos y valses de la región. En México, su uso se extiende al son huasteco, música calentana, música planeca y mariachi. En España, se utiliza en los verdiales. En los países anglosajones, al violín folclórico se le denomina fiddle.3
En Chile, la única región en la que el violín fue introducido de manera tradicional en la música folckórica es Chiloé, llegando a generarse una variante de este instrumento conocido como violín chilote, el cual, aparte de incorporar el uso de maderas nativas de la Patagonia chilena en la lutheria de violines, como alerce, coigüe y ciruelillo, presenta una caja acústica más plana y de mayor tamaño que el violín docto, dándole un sonido característico. Una variante del violín chilote que ocupaba tripas de carnero como cuerdas es conocida como Barraquito, siendo común escuchar ambos instrumentos en danzas como la Pericona y en pasacalles en honor a santos y vírgenes. En Chiloé es común encontrar también al rabel como parte de los instrumentos musicales tradicionales.

martes, 8 de marzo de 2033

El violín en el jazz

Aunque en el jazz tradicional de Nueva Orleans no era rara la presencia de violinistas, como herencia de la música europea de cafés, la suavidad de su sonido lo relegaba en la competencia con los demás instrumentos. Con todo, el italoamericano Joe Venuti fue el más famoso de los violinistas del jazz clásico, y su brillo refulgió durante décadas. Aún más larga vida disfrutó el mencionado Stephane Grapelli, que mezcló el gusto clásico con el sabor gitano de Django, creando el primer jazz europeo reconocido. Paralelamente, en Norteamérica, el trompetista Ray Nance tocaba ocasionalmente el violín en la orquesta de Duke Ellington, en pocas pero inolvidables interpretaciones. Y el que más enraizaba con el sonido genuinamente expresivo del jazz de la era del swing fue Stuff Smith, el primero que intentó reforzar el violín eléctricamente y creó su propio sonido al margen de la técnica tradicional, para horror de los violinistas clásicos. Nada que ver con las almibaradas orquestas de cuerda que al final de sus carreras, en la década de los cincuenta, tanto Charlie Parker como Billie Holliday buscaron para ganar una respetabilidad que les negaba una parte de la sociedad blanca americana de la época y que en absoluto necesitaban para pasar a la Historia de la Música con mayúsculas. En la década de los setenta un violinista francés de formación clásica, Jean Luc Ponty, electrificó definitivamente el instrumento, llevándolo a las fronteras de la fusión y el jazz-rock. Con posterioridad y aún sin llegar a convertirlo en un instrumento predominante en el jazz, muchos violinistas –bastantes de ellos europeos- han explorado distintos caminos de la expresión jazzística más o menos clásica e incluso rockera: Jerry Goodman, Zbigniew Seifert, Leroy Jenkins, Regina Carter, Nigel Kennedy….
Resulta difícil obtener grabaciones de muchos de ellos, pero podemos escuchar algunos de sus ecos en el concierto del
Ricardo Lewis cuarteto, aunque iluminados más allá de todo por el resplandor de la música afrocubana.

Argentina tuvo un gran violinista llamado Hernán Oliva (El violín del jazz)

Hernán Oliva (1913-1988) fue un violinista de jazz y tango. Nació el 4 de julio de 1913 en Valparaíso, Chile. Comenzó sus estudios de violín a los 8 años, en medio de una familia de no músicos, llegando a dominarlo rápidamente .

“Mi vida es simple y la puedo resumir así: yo, el violín y el violinista“. Bastó que Oliva, cuando chiquilín, escuchara un disco de Joe Venuti para que supiera cuál era su vocación.
“Mi madre Laura era una mujer chapada a la antigua y se dedicaba a las tareas de la casa. Aníbal, mi padre, era corredor de bolsa y aficionado a los burros (a las apuestas de carreras de caballos). Pero la vocación me la fomentó mi mamá, a quién le gustaba la música. El primer juguete que tuve fue un violín chiquitito, supongo que ahí empezó todo. Recuerdo que lo salvé de un incendio cuando se quemó nuestra casa”.
Hacia 1927 ingresó a la orquesta de Ernesto Lavagnino, y hacia 1935 cruzó a la provincia de Mendoza, Argentina. Se ofrece en Radio Cuyo, LV10, como intérprete de jazz, pero le piden que toque un tango que, sin saberlo, pintará su destino. Con el tango “Alma de bohemio” ( J.A. Caruso), consigue su primer trabajo. Trabajó pocos meses en la orquesta de la radio. Migró hacia Buenos Aires, donde Luis Lavagnino, hermano de Ernesto, le consiguió trabajo como acompañante de Betty Caruso y Fanny Loy, en Radio Belgrano. El 15 de septiembre ingresó a la orquesta de René Cóspito, haciendo los bailables de Radio Belgrano y el té en Gath y Cháves. En torno a 1940 pasó al grupo que tocaba en la boite La Chaumiere, con Enrique “Mono” Villegas en piano, David Washington en trompeta, y el inglés Phillips en saxo. “Para mí fue una escuela. Si uno no aprendía con Enrique Villegas, no aprendía más”. Al año siguiente pasó a la orquesta de Oscar Alemán. Disputas musicales y económicas terminaron con una reyerta, que los separó definitivamente. “Con Oscar Alemán la historia termina mal. ‘Estuve un tiempo en su orquesta, pero no lo aguanté. El embolsaba 6 mil pesos y nosotros $400. No podía ser. Nos agarramos a trompadas una noche en Punta del Este (Uruguay) porque se le ocurrió decir ante el público que él era lo más genial de la orquesta”.

En 1944 ingresó a trabajar con los Cotton Pickers de Ahmed Ratip. Luego con Tito Alberti y José Finkel formaron la Jazz Casino, debutando en 1951 en el club Villa Crespo, con Lorna Warren como cantante.De allí pasó al restaurante El Caballito Blanco, tocando lo que fuera. Según declaraba Oliva, la aparición del Club del Clan (programa de televisión de música beat) había desplazado al jazz como música bailable, y por lo tanto comercial. En 1958 se trepa a un barco que va a Nueva York. “Me hubiera gustado ir con más frecuencia a Estados Unidos, pero nunca viviría allí”.
“Los norteamericanos viven para ellos, es otra cosa, otra vida. Yo prefiero ésto, lógico”.

Para mí la música representa una válvula de escape. El violín requiere práctica constante porque la gente está esperando que uno se equivoque y no voy a darle el gusto. El mayor estímulo cuando toco, es que la gente me escuche, que no hable. Cuando toco no pienso en nada ni en nadie, pienso que las notas tienen que salir al aire con ideas nuevas. Un tema se desarrolla como un pescado o un pollo: hay que alimentarlo de una forma o de otra hasta que madure”. Su discos empiezan a recorrer el mundo, y como un secreto a voces comienza a hacerse conocido, En Holanda y Japón sostienen que Oliva es el mejor violinistade jazz del mundo. Boliches de la calle Corrientes, como “El Viejo Almacén”,“La Richmond”, “Jazz & Pop”, conocen la magia sobre las cuatro cuerdas. El tango es un sentimiento que se sacude en canciones como: Malena, El entrerriano, Amurado, Silbando… Mito García lo acompaña en piano. Soy músico de jazz y al jazz he consagrado mi vida y trato de tocarlo lo mejor posible”.
Los discos le dejan gratos elogios, pero Hernán tiene alma de bohemio. Una vez más, Hernán ha salido a encontrar la esperanza en cada calle. Luego de cada presentación en los bares, “pasa la gorra” y recauda la ganancia del día. Salia a beber a otro bar, a otro lugar, porque allí mismo donde tocaba, no lo dejaban, por temor a que no pudiera volver a tocar.
Pero cuando regresaba, tocaba aún mejor. Falleció en la madrugada del 17 de junio de 1988, a punto de cumplir 75 años. Apareció tirado en una vereda del barrio de Palermo,en la Capital Federal,
abrazado al estuche de su violín.